Partamos con una pregunta, ¿cómo ver la situación actual desde el idealismo trascendental?; para responderla tendremos que entender primero qué es el idealismo trascendental.
Así es cómo, en su libro Crítica a la razón pura, Immanuel Kant define el concepto:
“Entiendo por idealismo trascendental la doctrina según la cual todos los fenómenos son considerados como meras representaciones, y no como cosas en sí mismas. De acuerdo con esta doctrina, espacio y tiempo son simples formas de nuestra intuición, no determinaciones dadas por sí mismas o condiciones de los objetos en cuanto cosas en sí mismas.”
En otras palabras, Kant fue un filósofo que refutaba el idealismo que creía que las ideas eran el elemento fundamental del ser y afirmaba la existencia de los objetos una vez que eran concebidos por una mente, argumentando que eso no es posible, puesto que para ser concebidos requerían del uso de las percepciones sensibles del ser humano las cuales no son confiables y generan una incertidumbre acerca de la existencia de estos objetos en sí mismos. Kant en realidad postulaba una teoría dualista congruente con el realismo crítico, afirmando la existencia de la materia, pero manteniéndolas en un plano de representaciones e imponiendo la existencia de esta en un espacio que depende del sujeto que percibe; en sus propias palabras:
“Soy, en efecto, consciente de mis representaciones. Por lo tanto, existen éstas y yo que las poseo.”
Estas representaciones son las que Kant llama fenómenos que son el cómo se nos presentan las cosas, es decir, cómo son para nosotros. En contraste, están los noúmenos, que vendrían siendo la forma verdadera de las cosas.
Ahora que entendemos un poco más sobre el idealismo trascendental, podríamos preguntarnos cómo es que se planteó todas estas preguntas, y es que Kant estaba buscando la respuesta a si la metafísica (entendimiento del ser y sus principios) podía ser una ciencia. El ilustrado concluyó que la filosofía todavía no había avanzado lo suficiente, pero descartó el que la metafísica fuese absolutamente imposible por ser imposible como ciencia y se explayó en el ámbito de la ética en su libro Crítica de la razón práctica planteando una ética deontológica cuyo concepto central era el de imperativo categórico.
En términos simples, la ética kantiana invita a la persona a crear sus propias normas morales, pero siguiendo el criterio del imperativo categórico:
“Obra solo por aquella máxima por la cual puedas querer al mismo tiempo que esta se convierta en una ley universal.”
Es decir que tu norma moral debería ser aplicable para todos por igual.
Ahora sí, en conocimiento de el idealismo trascendental como corriente del conocimiento y su derivada teoría ética, podemos proceder a responder la pregunta del principio.
¿Cómo vemos la situación actual desde el idealismo trascendental?
El Idealismo trascendental puede ser de mucha ayuda en una situación como la actual que nos pone en jaque a todos.
En primer lugar, este nos permite eliminar nuestra incertidumbre autodestructiva sobre la verdadera naturaleza del virus o la información que nos llega; aunque sea solo como fenómeno tenemos la certeza de la existencia de esta información y deberíamos actuar según ella. En cuarentena, donde la salud mental de la gente está en gran peligro, es importante desechar aquellas teorías que van ligadas con dejar en duda la existencia de los objetos independientes de nuestra mente.
También la ética kantiana es muy útil en esta situación pues nos ayudará a determinar decisiones personales como es el auto confinamiento o cumplir con una cuarentena obligatoria. El factor clave será la libertad que se nos presenta al invitarnos a crear nuestras propias reglas morales y seguirlas como algo propio de nosotros; nos permite hacerlo de manera cómoda y si es acorde al imperativo categórico al menos serán buenas por estar sujetas a una buena voluntad y, con un poco de suerte, serán también decisiones que permitan salir más rápidamente de esta crisis.
En conclusión
Tomar una postura acorde al idealismo trascendental y la moral kantiana nos permitirá mantener la tranquilidad y evitar la incertidumbre total en esta situación en la que es tan fácil perder esta capacidad.