La libertad como la conocemos comúnmente, es la facultad que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, pero diversos pensadores y filósofos nos han demostrado que es mucho más amplio que solo aquello.
Para Sartre, el ser humano está obligado a ser libre y no puede renunciar a esta libertad, incluso cuando se ve mermada por el otro, quien se vuelve un obstáculo en el ejercicio de la libertad.
Por otra parte, Locke, piensa que el ser humano es libre por naturaleza y sin embargo, el hecho de ser tan libre como el otro le causa inseguridad, haciendo que naturalmente tienda a agruparse en sociedades que se encargarán de formar tanto reglas como límites morales, restringiendo así nuestra libertad y la de los otros. Es decir, que preferimos renunciar a una parte de nuestra libertad con tal de sentirnos más seguros.
En contraste con Sartre, Bakunin nos presenta la idea de que la libertad es un hecho de reflexión mutua, un hecho de alianza, o sea la libertad es únicamente posible gracias a la sociedad misma, ya que la libertad individual no es nada, si no es la libertad individual de todos. Para ser libres, entonces, necesitamos de otro que haga dar cuenta de nuestra propia libertad.
Entendemos así, que el concepto de libertad no es uno solo, sino que está definido por cómo interpretamos la relación yo-otros y las limitaciones que nacen de esta relación. En ese sentido, podemos concluir que la libertad es tan importante como aquellos elementos a los que está ligada; el que el ser humano sea capaz de convivir en sociedades y la cultura que nace de cada una de estas, además de los limitantes que nos son impuestos o autoimpuestos al vivir en ellas, siendo estos principalmente la moral y el miedo a ser juzgado.
Jean-Paul Sartre (21 de junio de 1905, París - 15 de abril de 1980, ibidem),
fue un filósofo que se desarrolló mayormente en el ámbito de la ontología. Siguiendo la corriente filosófica del existencialismo, es, hoy en día, uno de los más grandes exponentes de la misma. Sus más grandes antagonistas tendían a ser también existencialistas (como Kierkegaard y Heidegger) que idearon corrientes del existencialismo con miradas ampliamente diferentes.
John Locke (29 de agosto de 1632, Somerset-28 de octubre de 1704, High Laver), fue un filósofo que se desarrolló mayormente en el ámbito de la filosofía política. Siguiendo la corriente filosófica del Empirismo, llegó a ser uno de los máximos representantes del llamado “Empirismo Inglés”. Al ser Locke un férreo defensor del empirismo, no pudo evitar la rivalidad con su contemporáneo Descartes, quien defendía una teoría racionalista.
Mijaíl Bakunin (30 de mayo de 1814, Tver - 1 de julio de 1876, Berna),
fue un filósofo que se desarrolló mayormente en el ámbito de la filosofía política. Siguiendo la corriente filosófica del anarquismo, hasta el día de hoy se le conoce como uno de los mayores exponentes del “anarquismo socialista”. Su más destacado rival fue Karl Marx, a quien acusaba de autoritario.